Planificar una campaña publicitaria es un proyecto con diferentes fases, gran parte del proceso de trabajo se centra en encontrar una idea a partir de la cual crecerá el mensaje que se quiere transmitir. Sin duda alguna, la parte conceptual es vital para el éxito de la campaña, pero… ¿Y si el público no recibe ese guiño de la manera que hemos pasado horas pensando por una mala producción? Tenemos que cuidar los artes finales. 

Consejos a la hora de preparar Artes Finales para producción

El target de una campaña recibe el mensaje a través de una pieza determinada. En campañas integrales ese número de piezas suelen ser múltiples y multiplataforma, podemos encontrar aplicaciones impresas (PLV, vallas, catálogos), así como medios online (landings, banners, vídeos…). No debemos olvidar que es responsabilidad nuestra asegurarnos que la idea, que tanto ha costado concebir, se va a reproducir de la manera más fiel posible sea cual sea el canal o medio final.

Para ello, además de contar con una buena red de proveedores, está en nuestras manos prestar atención a una serie de detalles que hará que la relación con nuestros proveedores sea mucho más agradable, y sobretodo, que preparamos los archivos para producción, lo que conocemos como Artes Finales, de la mejor manera posible. Aquí va una serie de consejos que os evitarán muchos problemas.

Imprescindible a la hora de preparar archivos online 

Las medidas. No es lo mismo un milímetro que un píxel. Asegúrate que los tamaños sobre los cuales estás trabajando corresponden a una salida por dispositivos digitales, no diseñarías una landing page para ser visualizada en un Smartphone en un tamaño folio A4.

La resolución. Revisa el tamaño y resolución de las imágenes. Para salidas por pantalla las resoluciones óptimas van desde 72 píxeles por pulgada a unos 96 (ppp, o dpi en inglés), si suben imágenes a más resolución ten en cuenta la circunstancia inmediata, a mayor peso de la imagen, mayor tiempo de carga.

El color. Cuando la imagen se va a reproducir por un medio digital el modo de color importa, y mucho, en este caso lo correcto es subir imágenes en RGB (Red, Green, Blue).

 

La tipografía. El uso de la tipografía en medios online ha evolucionado mucho en los últimos años, si bien la principio solo podíamos emplear un puñado de cinco o seis fuentes, hoy en día disponemos de un gran catálogo con multitud de “tipos”, pero recuerda que cualquier tipografía que tengas en tu ordenador puede que no sea visible correctamente para el resto de usuarios.

Consejos para preparar archivos impresos 

Las medidas. Parece reiterativo, pero aquí también es importante asegurarse que el tamaño de la pieza se va a poder producir correctamente. Lo ideal es usar las medidas universales (A4, A3, A2…). Cualquier tamaño se puede reproducir, pero piensa que necesita una máquina específica.

Las resolución. Al contrario que en web, las imágenes para formatos impresos sí deben tener una resolución alta, sino, nos encontramos con que vemos una foto pixelada, y eso no nos gusta nada. La resolución óptima es de 300 ppp para formatos pequeños, que podamos ver de cerca, como un folleto, un PLV… Para piezas de mayor tamaño, que están pensadas para ver desde una distancia lejana, es suficiente con una resolución de 150 ppp, por ejemplo, una imagen sobre un mupi o un photocall.

El color. Cuando hablamos de sorportes impresos, debemos revisar los modos de color tanto de las imágenes como de los gráficos y asegurarnos que están en CMYK (Cyan, Magenta, Yellow, Black). La mayoría de los proyectos se imprimirán en este modo de color, aunque también debemos prestar atención al uso de tintas planas especiales. La convivencia de ambos modos de color es válida para conseguir algún detalle o efecto concreto, pero no interesa enviar un Arte Final exclusivamente en tintas planas, ya que, por su coste suele ser inviable.

Tipografía. Para asegurarnos que la tipografía que empleamos para transmitir nuestro mensaje se imprime con su elegante serifa clásica o con esa clara legibilidad que ofrece el palo seco. Lo más adecuado es enviar la creatividad con la tipografía trazada, esto convierte el texto a gráfica vectorial, pierde la capacidad de edición del texto, pero nos aseguramos que por error la familia tipográfica se pueda cambiar.

Elementos de seguridad. No hay que olvidar que los archivos que mandemos a producción entrarán en una máquina, que hará la tirada sin mirar atrás. Por ello, podemos evitar disgustos si tenemos en cuenta estos detalles:

Evita poner elementos excesivamente pegado a los bordes, puedes encontrar que un trozo de tu gráfica ha desaparecido. Si por el contrario quieres que éstos elementos aparezcan en los límites del soporte, recuerda incluir sangrado, el sangrado es una zona de seguridad, que se extiende fuera del documento y que continúa nuestra gráfica, con ello evitamos que si el corte se desplaza aparezca fondo blanco. Es suficiente con 3-5 mm

Está claro que cada arte final es un mundo, existen múltiples peculiaridades que podemos buscar con le objetivo de conseguir un efecto más creativo, el uso de troqueles, acabados especiales, métodos de producción concretos. No podemos abarcar todos en este artículo, pero con lo citado anteriormente os aseguramos que tenéis mucho ganado para que vuestras ideas tengan el mismo aspecto en vuestra cabeza que cuando el cliente la reciba.

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